Poemario dedicado a los nombres propios que nos identifican y que de manera natural e instintiva, serán nuestro yo más visible, directo e inmediato, aunque fugaz. Antonio (2): 'Profesor transfiere ironía a la desconfianza/conjetura es la decepción cuando se indaga/ cultivando la prosa sin renuncia de silencio/señalada queda la huida al verbo con gracia'. Ana: 'Altas esferas acusan grietas de frío/ruinas que quebraron las carencias/ al deseo natural confundido por el lujo/que en otros hemisferios deserta/ del respeto al que quiere compartir/sentenciando a la espera activa/ encauzando río adentro buscando hallar/perlas de suspiros sin saber nadar'. Miguel: 'Ingenioso por azarosa vida a esquivar/duelos con olas que la pluma no segarán/ fantasía de cautivo que sin escapar reincidirá/caballero con público ajeno a siglo y credo/ficciona novela como muestra a arriesgar/la sátira desvela su hipócrita crónica social'. Victoria: 'Precursora oscilando vibrante educación/la obsoleta reduce perniciosa participación/ obtusos reducen margen a falta de alienación/la molieron recluyendo la virtud de su labor/apátridas cegados a la costa de la luz del sol'.