Vidas sorprendentes | Díaz Conejo Arturo Valentín

Díaz Conejo Arturo Valentín
Vidas sorprendentes
DÉJATE SORPRENDER
Xerión Páginas: 238
Precio: 1050.0
Disponible en 7 dias
Estado: Nuevo
Peso: 0.446 kgs.
ISBN: 9788412380439

Vidas sorprendentes acerca al lector a las historias de once personas que en un momento de su vida recibieron la sorpresa de Dios. Sus protagonistas son laicos y religiosos, hombres y mujeres, todos personas que un día descubrieron a Dios, o viviendo ya con Él, su relación cambió hacia una intimidad y entrega total.-Juan Manuel Cotelo, actor y director de cine, ha llevado a Dios a la gran pantalla.-Pedro Opeka, religioso argentino, llegó a Madagascar como misionero, y allí ha promovido innumerables obras, entre ellas transformar un basurero en una ciudad residencial para los más marginados de los marginados.-Patrick Latta, empresario canadiense que llamado por la Virgen lo dejó todo para irse a vivir a Medjugorje, donde vive volcado en la acogida a sacerdotes.-Jesús García Colomer, periodista descreído que tropezó con Dios, y hacia Él ha redirigido su vida personal y su trabajo profesional.-Berta Schrameir, religiosa que vive en la triple frontera del Cono Sur (Paraguay, Brasil y Argentina) consagrada a la atención de los guaraníes.-Paul Ponce, afamado artista circense que lleva la Palabra de Dios por las pistas de los cinco continentes.-Juan María Solana, sacerdote que después de años de ministerio fue enviado a Tierra Santa donde descubrió las ruinas de Magdala, la ciudad de María Magdalena.-Marion Bertagnolio, una joven francesa atea, que llegó como turista a Ávila, donde encontró a Dios tras quedarse encerrada en la capilla de la Transverberación.-Christopher Hartley, sacerdote madrileño que ha llevado a Dios a los olvidados de la Tierra. Sus destinos han sido El Bronx, República Dominicana, Etiopía y Sudán del Sur.-Cristina Somoza, abulense descreída que fue a Tierra Santa como turista, y descubrió a Dios en la Tierra de Jesús.-Javier González, hoy sacerdote católico, en su día llegó a Ávila como pastor metodistas y de la mano de Teresa se pasó a la confesión católica.