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Yo también perdí a un hijo. Papá nuestras almas están entrelazadas | Lara de Mendoza, Mendoza Mena
- Marca: Letrame
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$3.295,00
Isabel Lara de Mendoza, Daniel Arturo Mendoza Mena Yo también perdí a un hijo. Papá nuestras almas están entrelazadas Basado en mis increíbles experiencias con mi amada hija Karol Andrea....
Isabel Lara de Mendoza, Daniel Arturo Mendoza Mena
Yo también perdí a un hijo. Papá nuestras almas están entrelazadas
Basado en mis increíbles experiencias con mi amada hija Karol Andrea.
Letrame
Páginas: 290
Precio: 3295.0
Disponible en 7 dias
Estado: Nuevo
Peso: 0.402 kgs.
ISBN: 9788410892934
En este libro se toca el hermoso tema de la comunicación a través deseñales y manifestaciones de nuestra hija Karol Andrea, quien falleció ala edad de 14 años por fibrosis quística, una enfermedad congénita pro-gresiva y mortal que hasta la fecha no tiene cura.Todo comenzó el primer día de su fallecimiento y poco a poco nos dimosa la tarea de ir recopilando cada una de sus señales y manifestaciones, yasí poder aminorar nuestro dolor, ya que todo esto nos permitió aceptarla partida de nuestra amada hija.Al paso del tiempo y por la gran cantidad de manifestaciones, creímosnecesario compartir nuestras experiencias con aquellos padres que des-graciadamente viven el mismo dolor, así como con aquellos que hansufrido una pérdida.Hacemos constar que todo lo plasmado en el libro es real, sin exageracio-nes ni fantasías, igualmente, como a nosotros sus padres, Andrea se hamanifestado de una u otra forma a amistades, trabajadores, familiares eincluso a personas que no la conocieron en vida. Es por ello que nos atre-vemos a compartir estas hermosas experiencias, para que, en la medidade lo posible, los lectores tengan la oportunidad de abrirse a esta hermosarealidad con aquella alma que se encuentre en espera de ser identificada,y así darles esa alegría a ellas también.Dentro de la recopilación de estas señales mi esposa, Isabel (la Güera),intercaló anécdotas que vivimos y nos regaló nuestra hermosa hija.Esperamos que los lectores encuentren tranquilidad, paz e incluso la ale-gría de saber que «ellos», nuestros seres queridos, se encuentran bien ycerca de nosotros.